El sorteo de los octavos de final de la champions celebrado en Nyon dejó con buen sabor de boca a tres de los cuatro representantes españoles que aspiran a llevarse la orejuda. El peor parado fue el Barcelona, que tendrá que vérselas con un viejo conocido, el PSG. El equipo de Unai Emery, aún asimilando las ideas del entrenador vasco, era junto al Bayern de Munich el hueso más duro de roer para los de Luis Enrique. Los de París, que no atraviesan su mejor momento, confían en recuperar su mejor versión para cuando se dispute el primer partido, dentro de dos meses, en el Parque de los Príncipes. Mejor suerte tuvo el Real Madrid, que se las tendrá que ver con el Nápoles de los españoles Reina, Callejón y Albiol. Un Nápoles que basará sus opciones en salir con vida del Bernabéu, en el partido de ida, y plantar batalla en el siempre caliente San Paolo.
Por su parte, el Atlético de Madrid vivirá una regresión al pasado en su enfrentamiento contra el Bayern Leverkusen. Ambos conjuntos se enfrentaron en los octavos de final el año 2015, en una eliminatoria que ganaron los rojiblancos, no sin sufrir, en la tanda de penaltis. El Sevilla, último invitado español a esta ronda, disputará una bonita eliminatoria ante el vigente campeón de la Premier League, el Leicester de Vardy y Mahrez y que deposita todas sus ilusiones en la Champions. Ya sin opciones de pelear por el título en su liga, el conjunto de Ranieri impresionó en la máxima competición continental y de buen seguro que pondrá las cosas difíciles al Sevilla de Sampaoli. Dicho lo cuál, no extrañaría a nadie que los cuatro representantes españoles superen sus respectivas eliminatorias y accedan a los cuartos de final en una demostración que no haría más que reflejar el claro dominio del fútbol español.
Peor suerte, a priori, han tenido los equipos de nuestra liga en el sorteo de la Europa League. Celta y Villarreal tendrán que batallar ante el Sahkhtar Donetsk y la Roma respectivamente, dos potencias en sus ligas que si se toman en serio esta competición son claros aspirantes a conquistarla. El Apoel chipriota será el rival del Athletic en una eliminatoria en la que los de Valverde parten como favoritos y no deberían tener problemas para superarla.
Febrero dictará sentencia y pondrá a cada equipo en su sitio en unas eliminatorias que se presentan apasionantes, igualadas y llenas de tensión y buen fútbol.
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